A la publicación de esta entrada, ya como que las celebraciones ya casi han acabado, y digo casi porque en Jaén aún queda una celebración.
Desde tiempos inmemoriales he oido eso de "hasta San Anton Pascuas son". Y eso es lo que como buen jiennense comparto y celebro.
El árbol de Navidad, el Nacimiento, la bandeja de mantecados, hasta el espíritu navideño permanece intacto hasta que llega la noche de San Anton, la noche del día 16 al 17 de Enero.
En esa noche se celebran las llamadas "Lumbres de San Anton", la ciudad entera sale a la calle para visitar una de las numerosas "lumbres" que se hacen por toda la capital, cada barrio a través de su asociación vecinal o como moda actual de los últimos años a través de una hermandad cofradiera que con el pertinente permiso la lleva a cabo en su afán de colocar una "barra" y así obtener porcentaje de lo que se venda y consuma en la misma....
Pero no queda ahí la cosa ya que en la zona de "los puentes" también se lleva a cabo una lumbre...., en el "Pago de Pozuela", de donde provienen mis recuerdos más remotos sobre el tema que me ocupa, se hacía una "lumbre" por cada dos o tres vecinos que se ponían de acuerdo para realizarla.
Sobre la historia de los inicios de las mismas habría que consultar bases de datos de cronistas e historiadores en la que se argumentan los motivos para el porqué de sus inicios, ritos paganos para ahuyentar malos espíritus del ganado o animales domésticos para que no cayeran enfermos, ni tuvieran plagas.
En tiempos de guerra frente a los árabes cuentan que ante la llegada de estos últimos a tierras jiennenses para la batalla se le encendían cuatro antorchas a una capilla de San Anton que existía en la capital....
También se fue extendiendo, como en el resto de Andalucía el encender una hoguera para quemar cosas antiguas, ropa o muebles antiguos eran pasto de las llamas.....
Aquí en Jaén se aprovechaba y se aprovecha el "ramon" que se obtiene de la poda de los olivos que se realiza durante estas fechas.
Gran parte de "culpa" de que esta celebración llegara hasta nuestros días la tuvo el Condestable de Castilla Miguel Lucas Iranzo que impulso la celebración en su época de regidor de la ciudad.
Con el paso de los años fue cogiendo forma de costumbre popular el quemar cosas viejas, cosas inservibles, aparte del intento de rotura con el pasado que no nos gusta quemando papelillos con cosas que no queremos que sucedan de nuevo ....
Pero si hay una cosa con la que me quedo es con la costumbre de las reuniones entre familiares, vecinos y amigos en torno a las ascuas de las lumbres.
Cenar cualquier producto obtenido de otra tradición jiennense como la matanza, las típicas "rosetas", botas de vino....en compañía de la gente con la eliges es otra forma magnífica de empezar el año, es como si de un fiesta de fin de año se tratara pero sin etiquetas, nada de trajes ni vestidos para lucir las mejores galas, ¿y eso de llevar algo rojo? bueno, siempre que sea de hace varios años para hacerla pasto de las llamas.....
Otra de las costumbres adquiridas con el tiempo son los bailes y "melenchones" (canción con más arraigo del lugar) alrededor de la lumbre.
Me vienen a la memoria muchos recuerdos de las "lumbres" vividas.
No esta probado pero creo que era testigo de la primera "lumbre" de Jaén, no era ni de noche cuando mi abuelo Juan justo cuando terminábamos la jornada de aceituna, a la par de que mi madre nos preparaba un cafelillo, prendía un papel y en pocos minutos ardía todo lo que se había amontonado (sillas rotas, ropa vieja, ramas de olivo y de almendro....), sonando algún que otro petardo "sorpresa" que mi hermano y yo echabamos sin que nadie se diera cuenta.....
Recuerdo también celebrar la noche de San Anton en otras muchas lumbres en compañia de unos amigos incluso haciendola nosotros mismos sin permisos ni nada junto a las vías del tren....que tiempos madre mía!!!!
Otros años recuerdo haber disfrutado de esa noche en el recorrido de la Carrera Popular que también se celebra en honor a San Anton, clásica ya en el calendario nacional de pruebas de atletismo.
Carrera extraña, mística y "calurosa" a pesar de la fecha de la carrera debido a la fila interminable de antorchas a lo largo de todas las calles de la complicada carrera debido a las cuestas de las calles por las que discurre la carrera.
Antorchas que arropan y dan calor, que indican el camino a los atletas tanto profesionales como populares.
Una vez terminada la carrera popular se da el "pistoletazo" de salida a las lumbres.....luego ya se encargará la lavadora de ocuparse del olor a humo.....
Así que sólo me quedar decir que nos vemos en las lumbres!!!