Ya hace algunos días que tenía esto algo abandonado sin tener ninguna entrada, pero es que no tenía muchas ganas, porque han sido casi dos semanas en las que me he sentido raro, raro raro, tal y como decía el desaparecido Papuchi.
Me sentía raro porque como en el titulo de esta entrada a mi reloj de la vida le pasaba algo, no avanzaba, veía que avanzaban las horas durante el día, pero luego me acostaba y amanecía con la misma "cantinela" de siempre. Parecía que había entrado en un bucle, del cual parecía que no había forma de salir...., que mal se pasa cuando no puedes hacer nada para que ocurra o no ocurra algo que deseamos...
Pues como digo, tal y como si fuera el actor Bill Murray en su famosa película allá por el año 1993, estaba atrapado en el tiempo, aunque he de reconocer que yo si podía ver en mi "reloj" que avanzaba el contador del día, en lo que respecta a la llegada de lo que ansiaba que llegará no había variación alguna. Vivía una y otra vez mi particular "día de la marmota", en el que hiciera lo que hiciera, de igual o diferente forma siempre acababa de la misma forma....César no llegaba!!!!
Al igual que sucedía en la película, el resto de gente no sabía en la situación en la que estaba Bill Murray (osease yo) y Andie MacDowell (mi mujer) por seguir con la correlación con el citado filme.
Esto último provocaba el interés, la preocupación y expectación de familiares, vecinos, amigos y conocidos, los cuales de forma continuada comentaban o preguntaban si se había producido algún cambio....cada cual aportando sus experiencias propias o adquiridas de otras personas... En tono de broma sólo falto el abrir una "porra de apuestas" en el cole de la peque para ver quién era el o la que acertará el día de la "buena nueva", el día de la llegada de César entre nosotros...
Agradezco de corazon el cariño que nos han echo llegar, los consejos y mensajes de apoyo que hemos tenido pero si he de advertir que en lo que me respecta a mí, todo esto me llego a superar. Todo ello a jugado en mi contra y me ha echo más pesado o difícil el sobrellevar estos últimos días.
Pero bueno, el final de la particular película en la que he estado introducido por unos cuantos días como actor principal (o secundario según se me catalogue) llegó.
Por muy raro que me pareciera o me obstinara en no verlo, llegó el final del puñetero bucle.
El final feliz, final deseado, final soñado tenía lugar el ya pasado día 8 de Octubre de 2011.
Cuando transcurrían las 01:35 de la madrugada del sábado día 8 de Octubre nacía César, mi segundo hijo, y pocos instantes después lo tenía entre mis brazos apretando de nuevo el averiado hasta ese instante botón del reloj de mi vida...necesitaba otra "pila" que ya la he colocado directamente en mí corazón....